Mes: septiembre 2016

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130 Aniversario Dr. Edward Bach

El Dr. Edward Bach (1886 – 1936)
130 Aniversario de su Nacimiento (y 80 de la partida de este plano)

En este año 2016 se conmemoró, el día 24 de Septiembre, los 130 años del nacimiento del creador del sistema y técnica conocida con el nombre de Flores de Bach; y el 27 de Noviembre, los 80 años de su partida de este plano.

Compartimos el mensaje del Instituto Argentino dirigido a los Terapeutas y Cursantes de Argentina, en estos tiempos en los que estas técnicas están pasando por una etapa histórica de quiebre debido al egoísmo y a la manipulación que está teniendo su obra, como por ejemplo, la aparición de múltiples fórmulas standard y presentaciones tipo goma de mascar y otras «novedades» comerciales alejadas de la obra natural.

Desde el Instituto Argentino de Flores de Bach optamos por la fecha del 24 de Septiembre para el simple homenaje / recordatorio, convencidos de que siempre es mejor estar agradecidos por los 130 de su llegada que por los 80 de su partida, . . .  festejando la vida, considerando que la fecha del 27 de Noviembre pueda ser un momento de reflexión o meditación de cada uno sobre la obra del Dr. Bach, por nuestra parte, acompañada de una caminata individual contemplando y conectando con la Naturaleza.

Estamos en un camino de encrucijada y dependerá de cómo se formen y cómo actúen en la práctica diaria las personas que quieran trabajar con Flores de Bach para que el sistema continúe por el camino trazado por Bach, u otro.

Edward Bach fue un médico clínico y homeópata nacido en Gales, que además de su sólida formación académica, poseía una sensibilidad extraordinaria.

Basado en los postulados de Hahnemann (creador de la Homeopatía), y desarrollando un sistema con características  propias, descubrió entre los años 1926 y 1934 la acción que algunas flores producían sobre la vitalidad, y de qué manera podían ser utilizadas por las personas y terapeutas para encaminar un proceso de curación y/o de bienestar.

El Sistema de Flores de Bach fué ingresado a nuestro país por la Dra. Pastorino. prestigiosa médica psiquiatra y Homeópata de la Asociación Médica Homeopática Argentina. El sistema consta de solo 38 esencias que combinadas por uno mismo o con ayuda y acompañamiento de los terapeutas (de forma personalizada para cada consultante), forman «casi infinitas» combinaciones, lo que hace que cubran el amplio rango necesario para abordar los aspectos de la naturaleza humana en el camino del autoconocimiento y sanación de la personalidad.

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20 – Mimulus

Mimulus
Mimulus guttatus

Palabras clave: Miedo a cosas concretas o conocidas

«Miedo a cosas mundanas: a la enfermedad, al dolor, los accidentes, la pobreza, a la oscuridad, a estar solo, a la desgracia; son los miedos de la vida cotidiana. Son personas que en forma silenciosa soportan su temor y no lo comentan libremente con otros»

Foto de Mimulus

La esencia de esta Flor de Bach aporta valor y valentía, se la utiliza para personas timidas, vergonzosas, algo retraidas y miedosas.

Superar los miedos no es dejar de tenerlos, existe un miedo adecuado que es causado por información realista del Adulto (o intuición del Niño) frente a un peligro en el que temer sería un mecanismo de defensa para alguien que no está capacitado tal vez para enfrentar esa situación.

El miedo ciertas veces nos puede salvar la vida ya que a veces no sentir miedo auténtico nos conduce a diversos grados de autodestrucción.

No es valiente quien no siente miedo, sinó quién a pesar de sentir cierto grado de temor igual decide actuar.

El Mimulus es utilizado para ese miedo excesivo cuando este miedo condiciona a la persona en sus actividades diarias; también es utilizado en las fobias (miedo irracional) en donde a pesar de que el Adulto sepa lo irracional del miedo, la persona igual lo siente (por ejemplo miedo/fobia a los ratones o a los insectos):  en estos casos el uso de Mimulus es de una gran ayuda para poder afrontarlos y superarlos.

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21 – Mustard

Mustard
Sinapis arvensis

Para los estados de tristeza profunda por causa desconocida.

21 - Mustard (Sinapis arvensis)

«Aquellos que están expuestos a los tiempos de la melancolía, o incluso de desesperación, por eso una nube oscura los cubriera y ocultará la luz y la alrgría de la vida. No es posible dar ninguna razón o explicación para estos estados.
Bajo estas condiciones, es casi imposible mostrarse felices o contentos».

La tristeza es una emoción auténtica, del Niño Libre o natural; pero las tristezas de las personalidades mustard pueden ser tristezas muy profundas y es en estos casos donde recurrir al uso de la Flor de Bach Mustard nos resulta de mucha ayuda.

Como con toda materia de partida para ser utilizada en la salud humana, es necesario ser muy responsable y cuidadoso en su identificación ya que hay algunas variedades de Mustard que no son pilosas y sus hojas de un color
mas suave tienen lóbulos simétricos.

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22 – Oak

Oak
Quercus robur HPUS
(Roble)
Es la Flor de Bach utilizada para luchadores sin límites que ven la vida como una eterna lucha donde ellos tienen que ser siempre los mejores de la lucha.

Al roble se lo reconoce habitualmente como un árbol fuerte, robusto, poderoso e inflexible, su madera no se curva sin embargo por esta rigidez e inflexibilidad puede llegar a quebrarse al medio y morir.

22 Oak - Roble

 

«Para los que están esforzándose y luchando por su bienestar o conectarse con los asuntos de su vida cotidiana. Ellos van a seguir intentando una cosa atrás de otra, a pesar de que su caso pueda parecer desesperante.
Van a seguir luchando. Están descontentos de sí mismos si las enfermedades interfieren con sus tareas, o si algo interfiere en su ayuda a los demás.
Son personas valientes, que luchan contra grandes dificultades, sin perder las esperanzas o el esfuerzo».

En este tipo de personas, Oak desarrolla una observación más realista de los mensajes de su propio cuerpo facilitando una mejor distribución de la energía para sus esfuerzos, comprendiendo que «puede romperse» y tal vez conviene que a veces actúe de manera mas flexible para lograr sus objetivos . . . .